El Agenciamiento de Desarrollo: tejer el futuro desde los territorios

Una reflexión profunda sobre el agenciamiento de desarrollo como nuevo paradigma para pensar la transformación territorial desde la articulación relacional, la complejidad institucional y la participación multiactor. Un enfoque potente para gobiernos, organizaciones y universidades que buscan impactar verdaderamente desde y con el territorio.

DESARROLLO TERRITORIAL

Helix Desarrollo Territorial

En Helix Inteligencia sostenemos una convicción firme: el desarrollo no es un paquete de políticas que se aplica desde arriba. El desarrollo real —el que transforma, el que se sostiene— se construye desde las redes vivas que existen en cada territorio. No se trata de imponer programas, sino de habilitar procesos. No se trata de llevar soluciones, sino de abrir caminos. Y ese proceso, profundamente relacional, es lo que llamamos agenciamiento de desarrollo.

Este enfoque se distancia de las concepciones tradicionales que piensan el desarrollo como un proceso lineal, tecnocrático o meramente financiero. En cambio, lo entendemos como un fenómeno sistémico y multiescalar, donde confluyen factores sociales, económicos, culturales, ambientales e institucionales que deben ser gestionados con inteligencia, ética y visión a largo plazo.

Agenciamiento: de la agencia a la potencia

En América Latina, muchos esfuerzos institucionales han buscado consolidar agencias de desarrollo como estructuras para operar políticas territoriales. Sin embargo, como se documentó en los estudios del IICA (2012) y la Red GTDR, estas entidades han tendido a funcionar como brazos ejecutores del gobierno central, con baja participación local, estructuras rígidas, alta dependencia presupuestaria y sin capacidad real de innovación o articulación.

Frente a esa limitación, el concepto de agenciamiento de desarrollo propone un giro epistemológico y operativo. No se trata de tener una “agencia” sino de generar una potencia articuladora que conecte actores, niveles de gobierno, saberes y recursos. Se trata de leer las posibilidades latentes de cada territorio y construir procesos adaptativos, colaborativos y situados.

El agenciamiento se basa en habilitar trayectorias de transformación, más que en ejecutar proyectos. Y eso exige una forma distinta de pensar la planificación, la gobernanza y la evaluación. Implica una apuesta por el diálogo multiactor, la construcción de consensos mínimos y el reconocimiento de los conflictos como parte constitutiva del desarrollo.

La propuesta adquiere mayor robustez gracias a aliados como el Observatorio Mexicano de Políticas para el Desarrollo (OMPDMX), autor de esta propuesta metodológica y de intervención que integra resultados locales para la toma de decisiones con base científica. Esta colaboración amplía nuestra capacidad de intervención, asegurando que el desarrollo desde los territorios se construya desde diagnósticos sólidos, cooperación institucional y entendimiento profundo de las dinámicas comunitarias.

Gobernanza desde el vínculo, no desde el poder

Un agente de desarrollo no es quien trae soluciones, sino quien habilita procesos. Es quien logra que lo económico, lo social, lo ambiental y lo institucional se articulen, sin subordinar un eje a otro. Esto requiere de nuevas habilidades para la gestión pública: capacidades relacionales, sensibilidad territorial, pensamiento estratégico y apertura al conocimiento situado.

Desde Helix hemos asumido esta tarea con pasión y responsabilidad. Nuestros proyectos no comienzan con un diagnóstico técnico, sino con una inmersión relacional en el territorio. Nos preguntamos: ¿quién está haciendo ya algo?, ¿qué actores tienen legitimidad?, ¿qué potenciales están dormidos?, ¿qué tensiones bloquean las alianzas?, ¿qué saberes están siendo ignorados?

Solo desde ahí, desde esa cartografía viva, podemos construir agendas reales de transformación.

Instituciones que aprenden, comunidades que deciden

El agenciamiento de desarrollo no se trata solo de políticas públicas. Es una invitación a repensar las instituciones como espacios de aprendizaje colectivo, como plataformas que acompañan y no imponen. Instituciones que escuchan, que reconocen su lugar y que actúan como facilitadoras de procesos en vez de propietarias del cambio.

Y en ese mismo sentido, el territorio deja de ser una “unidad operativa” y se convierte en un sujeto político y social, con derecho a decidir su destino, a participar en la construcción de futuro y a ejercer su soberanía desde la complejidad.

Desde Helix proponemos:

  • Construir marcos de gobernanza distribuidos y adaptativos.

  • Formar capacidades institucionales orientadas a la articulación multiescalar.

  • Activar trayectorias territoriales con base en relaciones de confianza y objetivos compartidos.

  • Evaluar no solo resultados, sino transformaciones institucionales y relacionales.

  • Apostar por una inteligencia institucional que nazca del territorio, no que lo sustituya.


El desarrollo no ocurre porque se planifica. Ocurre porque se teje.

Y ese tejido necesita manos, nodos, redes y horizontes. Eso es agenciamiento. Y esa es nuestra tarea en Helix: tejer con inteligencia, conciencia y compromiso el futuro que merecen nuestros territorios.